En medio de la polémica que han generado las palabras de la Congresista Lauren Boebert, el Pentágono publicó un nuevo informe que incluye cientos de nuevos reportes de fenómenos aéreos no identificados e inexplicables, pero ningún indicio de que sean de origen extraterrestre.
Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).– La representante de Colorado, la republicana Lauren Boebert, una política estadounidense, empresaria y activista por los derechos de las armas de fuego que respaldó a Donald Trump en el asalto al Capitolio, llevó la semana pasada hasta el Congreso de EU una serie de teorías conspiracionistas sobre supuestos rumores de Objetos Voladores No Identificados (OVNIS) —ahora llamados Fenómenos Aéreos No Identificados (FANIS)— debajo del mar y experimentos de híbridos humanos con especies de otro mundo.
Todo esto tuvo lugar durante una audiencia de los subcomités del Comité de Supervisión y Responsabilidad sobre Ciberseguridad, Tecnología de la Información e Innovación Gubernamental, y Seguridad Nacional, Fronteras y Asuntos Exteriores, titulado ‘Fenómenos anómalos no identificados”.
En este foro desfilaron Luis Elizondo, el exjefe del Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas del Departamento de Defensa, Timothy Gallaudet, un oceanógrafo estadounidense que alguna vez fue administrador interino de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EU; Michael Gold, el exadministrador asociado de política espacial de la NASA, y el periodista Michael Shellenberger.
Cada uno de ellos fue cuestionado sobre distintos aspectos en torno a los OVNIS, que en julio de 2021 fueron renombrados como FANIS. Si bien varios aspectos fueron tratados de la mejor manera por los representantes estadounidenses que abogaron por mayor transparencia en el tema, fue una participación la que generó todo tipo de reacciones: la de la representante republicana Lauren Boebert.
Boebert preguntó a los exfuncionarios y expertos sobre si tenían conocimiento de que el Departamento de Defensa estuviera involucrado en algún proyecto “secreto” que tuviera que ver con la “manipulación de la genética humana” con “material genético no humano”. Además cuestionó al periodista Shellenberger si la Marina u “otras fuerzas de la Marina” habían informado sobre la presencia de FANIS en “entornos oceánicos” que no pudieran explicarse por “tecnología conocida o fenómenos naturales”.
Shellenberger, quien publicó un informe de 12 páginas sobre un supuesto programa secreto dirigido por el Pentágono llamado “Constelación Inmaculada”, dijo que su reporte tiene “varios” casos que involucran FANIS en el océano. Boebert luego preguntó si su investigación sobre el programa muestra un “esfuerzo conservador del Pentágono” para mantener al Congreso “fuera del circuito, específicamente en nuestras aguas”. “Sí”, respondió Shellenberger.
“¿Hay algún relato de FANIS que surjan o se sumerjan en nuestras aguas que pueda indicar una base o presencia entre la superficie del océano?”, le preguntó también la congresista Boebert al periodista. Shellenberger dijo que “no sabía nada de una base”, pero tiene una fuente que afirma haber visto imágenes de un orbe que sale del océano y “se encuentra con otro orbe”.
Boebert siguió preguntándole si había “alguna capacidad tecnológica que se haya observado en estos FANIS oceánicos que desafíe nuestra comprensión actual de la física o las capacidades de ingeniería humana”. “Parece que todos lo hacen”, dijo Shellenberger, a lo que la congresista de Colorado estuvo de acuerdo.
La intervención de Boebert concluyó con la afirmación: “no cederé hasta que obtengamos esas respuestas para el pueblo estadounidense”. Lo cierto es que en redes se han viralizado sus dudas y las respuestas del periodista como una certeza de que hay seres grises y verdes en el mar, algo muy lejano a lo que ocurrió.
Eso sí, un día después de este foro, el Pentágono publicó un nuevo informe que incluye cientos de nuevos reportes de fenómenos aéreos no identificados e inexplicables, pero ningún indicio de que sean de origen extraterrestre. El informe incluye cientos de casos en los que se identificó erróneamente a globos, aves y satélites, así como algunos cuya explicación es más complicada, como una ocasión en la que un avión comercial estuvo a punto de chocar con un objeto misterioso frente a las costas de Nueva York.